Para la realización del estudio se ha llevado a cabo una serie de tareas de observación de la cotidianidad en el espacio público, modelizando los ciclos semanales de funcionamiento del barrio a partir del trabajo de campo desarrollado entre semana y en fin de semana, en cinco momentos diferentes del día (mañana, mediodía, tarde, noche y medianoche). Esta metodología tenía como objetivo visibilizar los patrones de actividad que definen el funcionamiento del área de estudio, para tratar de entender y explicar la información fundamental sobre quién hace qué y dónde lo hace, según unos parámetros preestablecidos de usos y actividades.

Así, entre otras cosas, se ha identificado y estudiado la red de espacios públicos y sus anomalías, la movilidad de sus peatones, los usos de los lugares y la percepción de seguridad. Para entender mejor los principales espacios públicos y su contexto, se ha realizado un estudio comparativo entre ellos según unas variables específicas: grado de interacción social, diversidad de actividades, afluencia, materialidad, y la relación entre el uso del espacio privado y el espacio público.